MONUMENTO AL CARGADOR DE LA ISLA San Fernando - Cádiz - 2016
MONUMENTO AL CARGADOR DE LA ISLA
San Fernando - Cádiz - 2016
GÉNESIS DE LA OBRA:
La ejecución de esta obra se gestó durante
el periodo como Alcalde de José Loaiza, cercano al popular ambiente cofrade
de la ciudad. El regidor planteó el deseo de que los artistas locales, tuvieran una obra en la estatuaria
urbana de La Isla.
Fue inaugurado en la Cuaresma de 2016, siendo
entonces alcaldesa de la ciudad Patricia Cavada.
En un primer momento, se pensó en colocarla al comienzo de la Carrera Oficial de la Semana Santa, en la Plaza de la Iglesia, pero posteriormente su colocación definitiva ha sido en el cruce
de la calle Rosario con la de Gonzalez Hontoria, en la fachada del Centro
Obrero (institución decana de la Formación Profesional en la ciudad desde 1884),
lugar de paso de la antigua Carrera Oficial y de muchas hermandades.
Sobre un dibujo, el autor realiza el boceto de la
obra, la cual presenta al Ayuntamiento y a su vez, este a la Asociación de Jóvenes Cargadores
Cofrades (JCC), defensora y
propagandista del “estilo
isleño de carga” del que afirma que
es: “una forma única y singular en toda Andalucía, pues
posee unos rasgos característicos y peculiares que los diferencian totalmente
de otras formas empleadas en ciudades de importancia cofrade en Andalucía y
España”
TÉCNICA, ESTILO Y
MATERIALES:
La escultura fue fundida en bronce, con la
técnica de la cera perdida en la fundición sevillana FRANCISCO RUIZ "MARCELO", a partir
del molde en resina de poliéster, sobre un original en barro que no llegó a cocerse
en horno.
Esta obra de
escultura popular, podemos encuadrarla
dentro del estilo realista y
costumbrista, muy utilizado en la estatuaria urbana en las últimas
décadas, tiende a colocar estas obras de personajes
populares y en otros muchos casos anónimos, a nivel de suelo, en calles y
plazas, con el claro objetivo de identificarlas e integrarlas con la gente que
deambula por ellas.
La obra aún en el taller
MEDIDAS:
La figura tiene un tamaño ligeramente mayor que el natural, para que la
visión del espectador quede a la altura de la imagen y lo pueda ver de frente. Está depositada sobre un pedestal de granito, obra de técnicos del Ayuntamiento.
Esta apoyada sobre una peana de bronce,
que asemeja un suelo de adoquines; está peana mide 63 cm x 51 y 6 de alta.
La obra tiene una altura de 140 cm, 53 de ancha en su parte central, y en la
base, 46 de fondo entre los pies.
ANÁLISIS:
El pie derecho, situado detrás,
ligeramente apoyado sobre la puntera, parece comenzar a dar el paso. Está
orientado a la izquierda, de forma que la figura va generando una curva en
ascenso para culminar con la cara girada leventemente a la izquierda, las
caderas, aún mantienen su orientación a la derecha, mientras que los hombros
se presentan de forma frontal al observador.
El brazo derecho, flexionado, sirve para
soportar la almohadilla, que es sujetada con firmeza por la mano; el brazo izquierdo, extendido, ligeramente separado del cuerpo, su mano agarra el asa del botijo,
con los tres dedos centrales, mientras el pulgar y el meñique
aparecen semiflexionados
La almohadilla sobresale
del cuerpo por parte delantera derecha de la figura, mientras que el botijo, lo
hace por la parte trasera izquierda, dotando a la misma de un cierto dinamismo.
La verticalidad de la figura se rompe, ya que está ligeramente inclinada hacia delante, como si ese paso se fuese a producir de
inmediato. Esa postura permite plasmar la instantaneidad, el momento.
La textura de la obra es diversa,
dependiendo de que partes parte de la obra se trata, así la camisa, la camiseta y el pantalón aparecen con una textura rugosa, lograda a
base de líneas grabadas que se
entrecruzan, esa rugosidad contrasta con
la textura semipulida de la almohadilla,
y el tratamiento pulido y terso de las
manos, de la cara de la figura y del botijo.
La figura aparece ataviada con una
vestimenta de tipo popular, camisa abierta y suelta, camiseta, pantalón y unas alpargatas que cubren los pies desnudos. El tratamiento del pelo, natural, corto,
con pocos claroscuros, con cierto
desaliño, es propio de un personaje al que se dota
de un carácter realista.
SIMBOLOGÍA:
Sorprende que se denomine a esta figura como el Monumento al Cargador, ya que, en realidad es un aguador , es decir el niño
que sigue al paso procesional, con su botijo; en este caso está representado por un chico de tan solo 10 u 11 años.
Utilizó como modelos a un sobrino, Jaime, y a su hijo. Representa con ese niño el futuro, el futuro de los
cargadores; niños que imitan al cargador, que siguen el "paso" de la carga isleña,
alargando el pie y la zancada, provocando el “mecío” y los
“quietos” del paso procesional.
Son muchos los símbolos de la figura, todos ellos
relacionados con la indumentaria y ajuar típicos del cargador isleño. Además de
las mencionadas alpargatas, de las que el autor afirma que son con las que vamos dejando las huellas de nuestras vidas por las calles
adoquinadas de nuestros viejos barrios; aparece el pañuelo,
que el cargador lleva sobre su cabeza mientras soporta el paso procesional, está enrollado sobre el cuello con el pico, hacia el torso, mientras se anuda a la
nuca.
La faja es la típica, anudada, sirve para proteger
la zona lumbar de los esfuerzos que realiza por las cargas y los movimientos del
paso procesional, es como nuestro mejor amigo, que nos ayuda a
mantenernos en pie en los peores
momentos.
La almohadilla, la “armoá”, en palabras de Antonio Salas, con la
que se amortigua el enorme peso del paso procesional, con sus
cuerdas, a cada lado, para atarlas al
palo del paso; simbolizan como amarrar nuestros sentimientos y las cargas de nuestras vidas
Todos estos elementos son los atuendos propios de un
cargador, no de un niño en el umbral de la adolescencia, de ahí su fuerte
simbología.
Quizás el único elemento que sí es propio de los niños
que siguen a los pasos, es el botijo, que ha sustituido al tradicional cántaro,
para proporcionar agua a los cargadores en los descansos, botijo, que lleva grabada la inscripción “Éste es el
cántaro de Manolito”, un guiño con el
que el escultor pretende indicar la evolución
de
la carga a la
actualidad, que es acogida por el relevo de los
sentimientos de los cargadores adultos por ese
pequeño, portador de esa fe renovada que
sacia la sed del cargador y le ofrece su juventud y fuerza.
Ya hemos afirmado que la escultura está a
nivel del suelo, carece de una placa o leyenda identificativa, ya que se optó por
completar la obra con una placa en bronce con letras en bajo relieve, con la siguiente inscripción, un poema a modo
de plegaria:
“Del
palo al cielo
-¡Cola! ¿estamos?
-Cuando
quieras, ¡toca!
Salineros,
mariscadores, marineros y cantaores… me hicieron cargador de La Isla. Quiero
amarrar mi ‘armoá’ a mi palo, y con mis alpargatas nuevas y mis cuerdas con sus
nudos marineros apretar mis anhelos a tus andás.
En
un Candray nos legaron una tradición, en la que empeñamos nuestra vida y
nuestro sentir para seguir los pasos de nuestros abuelos, de nuestros padres,
¡de nuestros maestros!
Con
ellos en la plegaria que brota del corazón y de los labios ¡quiero acercarme al
misterio de la fe! Que me enseñaron que va de lo humano a lo divino.
¡Dejadme
amarrar al palo y elevar mis devociones al cielo
¡fondo por igual!”
El texto, lleno de sentimiento y de
sanfernandismo (véanse los vocablos utilizados, solo comprensibles para gente
de La Isla), es obra del periodista y escritor
local, publicista de la Semana Santa, Antonio Salas Sánchez, amigo del
escultor, que no pudo ver estos versos, escritos en bronce, por su
fallecimiento, un poco antes de la inauguración del Monumento al Cargador Isleño.
TRASCENDENCIA:
El Cargador, forma parte ya del paisaje
urbano de la ciudad, es un elemento de la estatuaria urbana, es un hito urbano,
artístico y de la mentalidad colectiva de La Isla de San Fernando. En marzo de
2018, tras la muerte casi súbita e inesperada de un joven cargador de
la ciudad, Antonio Zaldívar, mientras dormía, después de haber cargado el paso de su hermandad hizo que "el Niño Aguador" se convirtiera en un improvisado altar.
AUTORÍA:
JESÚS VIDAL GONZÁLEZ, nacido en San Fernando, Cádiz, en febrero de
1971, escultor, imaginero, restaurador y conservador de bienes culturales.
NOTAS
BIOGRÁFICAS
Siempre entendió la creación artística como una forma
de expresión personal, aunque llega a la
escultura en su madurez.
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, en su
entonces sede del Callejón del Tinte, la
especialidad de Cerámica Artística.
Conoce al escultor e imaginero isleño Alfonso Berraquero García y entra a trabajar
en su taller como aprendiz. Entonces su profesión era la de administrativo en una empresa
dedicada a la construcción.
En el taller de
Berraquero, trabaja durante 20 años, allí va asumiendo de forma práctica
la técnica de la imaginería. Jesús se
considera más alumno que discípulo del célebre escultor e imaginero isleño.
A los 39 años, decide marchar a Sevilla, se matricula
en la Facultad de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la Universidad
Hispalense, allí tras tres años de estudios de Escultura, se especializa en
Conservación y Restauración; en esa época es alumno
de Juan Manuel Miñarro López, Catedrático de Escultura, cuya obra es
fundamentalmente de temática religiosa, de Antonio Agudo, Profesor de Dibujo
Antiguo y Ropaje y de Guillermo Martínez Salazar, Profesor de la especialidad
de Modelado, con él continúa aprendiendo imaginería polícroma; su implicación y
aprendizaje en ese ámbito, le permite convertirse en alumno interno, incluso
impartir clases como auxiliar en otros cursos. Alumno brillante, obtiene la
matrícula de honor en la
especialidad de conservación y
restauración.
En este periodo, sigue trabajando en un espacio que le
cede en su taller, el escultor y
tallista sevillano Manuel Guzmán Fernández, hijo y heredero del también
escultor y tallista Manuel Guzmán Bejarano.
Siempre se
siente alumno, "va a aprender", tanto en el taller de los maestros como en las
clases de la Facultad.
Respecto a su estilo, afirma que “no quiero imitar a
otros creadores, deseo trasmitir
autenticidad”, así su estilo entronca con la tradición de la imaginería barroca
andaluza, realismo sosegado y amable, cuyo
objetivo es la “unción”: conseguir que la imagen, la obra religiosa, sea capaz de provocar en
el fiel que la observa, la devoción y el recogimiento, y que está orando ante la misma, . El trabajo
del autor, la realización de la obra, tiene la finalidad de transmitir
el mensaje y provocar el sentimiento religioso.
Trabaja fundamentalmente la madera policromada, la
terracota (policromada) , la resina acrílica o poliéster, (a veces mezcla ambos
materiales, como es el caso de Centurión de las Tres Caídas), con la finalidad
de aligerar el peso de las imágenes. También usa el bronce,
mayoritariamente en bustos y otras obras
de pequeño tamaño, destinados a particulares.
OTRAS OBRAS DE ESTE AUTOR:
Réplica de Santa Ana de Chiclana, en resina de
poliéster, policromada, en la que
utiliza el estofado en la policromía de los ropajes y que ha procesionado durante
varios años.
San Isidro Labrador, patrón de Tahivilla, en madera de
cedro, de
110 cm de altura, policromada, destinada a procesionar en la romería de esta localidad,
bendecida en mayo de 2006.
La Virgen Dolorosa, una imagen de vestir, para un
particular.
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, obra en la que
el autor pretende plasmar la instantaneidad, el momento en que Cristo cae bajo el peso de la Cruz, titular de
dicha Hermandad, así como de su
imagen titular mariana, María Santísima de las Angustias; también ha realizado las imágenes secundarias del paso de misterio,
la Verónica, el Centurión a caballo, que ya procesionan, y que se completará con los dos Ladrones y el Cirineo.
Además, también ha realizado la Cruz de Salida de
Jesús de la Misericordia, y la Cruz Arbórea que porta el Señor de la Humildad y
Paciencia, obra del año 2004.
Así mismo, es de su gubia, una
imagen de la Inmaculada Concepción para la Hermandad de la Misericordia. Una obra de
gran academicismo, realizada acorde con la iconografía tradicional de esta advocación
mariana.
Como
retablero, ha realizado el retablo neoclásico, con algún elemento barroco, en
madera policromada y dorada, para los titulares de la citada hermandad en la
Iglesia de la Pastora de San Fernando, ubicado en la antigua Capilla del Bautismo.
Realiza desde hace años la reproducción en bronce de
la escultura conmemorativa, obra de Berraquero, con la que la Fundación
Cruzcampo premia con el “Baluarte del
Carnaval” y que representa un arlequín
apoyado con la mano derecha sobre un baluarte marinero mientras la mano
izquierda alzada tiene atrapada la Luna.
Entre los bustos realizados se incluye el de José Rodríguez Cortejosa, en 2016, fundador
de la Agrupación Musical “Virgen de las Lágrimas”, y que está pendiente aún de
colocar en un lugar significativo de la ciudad.
Imagen cedida por Jesús Vidal
La única obra en bronce realizada en gran tamaño, es
el Monumento al Cargador isleño, obra inaugurada en marzo
de 2016.
Muy importante y abundante es su labor como
conservador y restaurador de bienes culturales.
Ha restaurado el altar de la
Iglesia de San Jorge de Alcalá de los Gazules, del S XVIII y de estilo barroco churrigueresco.
La imagen del Santísimo
Cristo del Perdón de San Fernando, (obra de Antonio Bey, 1954) fue restaurada por Jesús Vidal formando
equipo con Antonio Sánchez y Eduardo
Martínez Pérez.
También junto a Antonio Sánchez,
ha procedido a la restauración de la imagen de la Virgen del Rosario, (cuya
traza primitiva
se remonta a principios del siglo XVII, aunque su configuración actual responde
a una transformación en el XVIII), ubicada en la Iglesia de San Juan Bautista de Chiclana y la de Nuestra Señora de la Soledad, (de autor desconocido que data del S . XVI), cotitular de la Hermandad del Santo Entierro
de Cristo, también de Chiclana de la Frontera.
Colabora en la restauración
de las esculturas alegóricas de las Cuatro Estaciones de la Plaza de Mina de Cádiz,
con Antonio Mota. Estas esculturas son de principios del S. XIX, están realizadas en
mármol, y presentaban importantes deterioros como fragmentos
desaparecidos, roturas y manchas por impregnación, por lo que ha sido necesario modelar nuevamente esos fragmentos perdidos y proceder a una profunda limpieza.
DOCUMENTACIÓN:
(se incluye en enlace Web, la fecha y hora de consulta de la misma)
2019.10.25 23:35
2019.10.25 23:37
2019.10.25 23:40
2019.10.25 23:41
2019.10.25 23:43
2019.10.25 20:10
2019.10.30, 21:17
AGRADECIMIENTOS:
A Jesús Vidal González, el autor, por su disponibilidad y por compartir conmigo no solo los datos, sino las sensaciones, los sentimientos y sus vivencias en todo el proceso creativo.
Copyright - Manuel Holgado García - 2019.11.10
Copyright - Manuel Holgado García - 2019.11.10
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