CASTILLO DE SAN MARCOS, PUERTO DE SANTA MARÍA, CÁDIZ Breve guía histórico artística
CASTILLO DE SAN MARCOS,
PUERTO DE SANTA MARÍA, CÁDIZ
Breve guía histórico artística
El
Castillo de San Marcos es una fortaleza en pleno centro de El Puerto de Santa
María, cuyo aspecto final es producto de varias fases constructivas acaecidas a
lo largo de su extendida historia.
La
esencia del edificio es compartida tanto por romanos y andalusíes, como por
reyes y duques cristianos; haciendo del lugar una maravillosa mezcla de
estilos.
Hay testimonios de actividad humana desde la época fenicia,
el núcleo urbano de esta localidad gaditana surge a raíz de un asentamiento
romano por el que discurriría la Vía Augusta en su camino hacia Gades, llamado Portus Gaditanus. Podemos fechar esta
ciudad mercantil fundada por Lucio Cornelio Balbo ‘’el Menor’’ en torno al I
a.C. – II d. C., observando algunos de sus vestigios en forma de fustes de
columnas o cimientos de edificios en el interior del Castillo de San Marcos.
La primera
fase en la evolución del Castillo es la construcción de una mezquita califal de
tradición cordobesa, sobre
los posibles restos de un edificio tardorromano o visigótico anterior, erigida entre los siglos X y XI,
de ella aún se pueden observar restos interiores y espacios funcionales que ya
es conocido en el patio de abluciones.
Esta
mezquita, de la que aún hay testimonios, es la base a la segunda de las fases,
la construcción de la iglesia fortificada de Santa María de El Puerto, entre
1260-70, llevada a cabo a partir de la conquista del territorio por parte del
rey cristiano Alfonso X El Sabio en
el año 1264. Todo este hecho fue
recogido por el monarca en las Cantigas de Santa María, un documento de primera
mano que ayuda a interpretar las vicisitudes de la construcción de un santuario
cuyos restos se pueden observar hoy en lugares como la capilla del interior de
la sala.
Ya
en Época Moderna, se desarrolla la tercera de las fases evolutivas, con la
ciudad en manos de la Casa de Medinaceli, es cuando se produce otra de las
grandes reformas en el edificio. Concretamente
durante el ducado de Luis de la Cerda (1479-1501)
se van a efectuar obras como la muralla exterior, la sacristía de la iglesia; y
otras dependencias hoy desaparecidas, en estilo gótico, coincidiendo con un
periodo de esplendor de la ciudad portuense debido a la empresa de
descubrimiento y conquista del continente americano.
El
Castillo de San Marcos fue clave para este hecho histórico, posiblemente
albergando a personalidades tan importantes como Alonso de Ojeda, descubridor de la desembocadura del Río Amazonas; Juan de la Cosa, que reflejó la silueta
el Nuevo Continente por primera vez en un mapa confeccionado en el año 1500 o
el propio Cristóbal Colón.
En
el siglo pasado es cuando el monumento toma su conformación actual, en la
cuarta de sus fases evolutivas, quizás la más controvertida, con la restauración
historicista por parte de Luis
Menéndez Vidal e Hipólito Sancho de Sopranis, como las almenas, la
reconstrucción de algunas de las torres o los caracteres góticos pintados bajo las almenas
se realizaron en la reforma de 1940.
Fue
declarado Monumento Histórico Artístico en 1920, pasando a ser propiedad del
Grupo Caballero.
Interior del castillo, imágenes de E. Romero de Torres, op. cit.
LOS USOS DEL
CASTILLO:
El castillo de San Marcos, por ejemplo, albergó funciones tan variadas como la de ser un horno de pan, varios almacenes, una casa particular, cárcel (en la edad moderna) o incluso un lugar donde poder guardar embarcaciones,
Todo ello, por supuesto, supuso la construcción de diferentes espacios
que transformaron la fortaleza. En este patio en el que te encuentras era el
lugar donde se situaba un antiguo almacén de aceite.
En la torre central de este patio se identifican líneas en diagonal y
pequeños cuadrados que pudieron ser tanto techo como las vigas de este.
En el muro de la fortaleza se observan de dos antiguos arcos de entrada,
hoy cerrados, todo ello forma parte del antiguo almacén histórico, derruido
durante las reformas del siglo XX
LOS MATERIALES CONSTRUCTIVOS
En la mayor parte del edificio, se usa la calcarenita, una roca clara de aspecto arenoso y se extrae de una cantera de la sierra de San Cristobal a las afueras de esta ciudad. Una roca de débil y de escasa resistencia a la erosión, este tipo de roca fue utilizado para construir edificios tan importantes como la catedral de Sevilla, de Jerez o la iglesia Mayor Prioral en la propia ciudad.
El segundo es la piedra ostionera, más oscura de aspecto poroso, muy usada en la zona de Cádiz, ya que resiste muy bien la humedad que genera el mar.
La procedencia histórica de estos sillares pétreos es diversa, de diversos periodos, en la base del edificio, observarás materiales de mayor tamaño y más toscos, que se pueden atribuir a una reutilización de elementos romanos en época medieval, a partir del descubrimiento de ellos, excavando para hacer la cimentación de las torres.
En la zona alta, se pueden observar diferentes marcas de cantería (realizadas por los gremios medievales) que nos permiten conocer el origen de los canteros y su ámbito geográfico de producción.
PORTUS GADITANUS
La
ciudad de El Puerto de Santa María tuvo dos momentos de esplendor destacables
en sus casi 800 años de ocupación en época antigua (siglos III a. C. – VI d.
C.).
El primero de ellos corresponde con su propia fundación como extensión portuaria de la ciudad de Gades, la actual Cádiz en época romana, del mismo modo que la ciudad de Ostia hacia de puerto a la Roma imperial. Esta ocurrió de manos del militar y político hispano Lucio Cornelio Balbo ‘’El Menor’’ en torno al año 19 AC; haciendo de la población un centro de comercio con sus correspondientes infraestructuras inmerso en la Vía Augusta y la ruta marítima artificial hacia Gades
Al segundo se le puede calificar casi como un renacimiento producido en la época bizantina, tras la “recuperatio Imperii” del emperador Justiniano en el S. VI hasta 622. En ella, la ciudad se erigió como el centro más poblado de la zona.
En el Castillo de San Marcos podrás disfrutar de testimonios de esta época, ya que fue un lugar muy importante para la ciudad de Portus. Desde ser parte de las infraestructuras portuarias de Balbo, hasta albergar un centro religioso tardoantiguo acompañado de un cementerio; puedes ver restos de estos edificios romanos en forma de columnas, cimientos o capiteles de basílica.
LA MEZQUITA
DE AL QANATIF
En
el 711 d. C. la Península Ibérica es conquistada por los musulmanes desde el
sur hacia el norte, quedando entonces la antigua ciudad de Portus bajo dominio
árabe.
La nueva población en forma de pequeña aldea (o alquería) recibió el nombre de Al-Qanatif, traducido como ´´el puente’’ o ‘’los arcos’’, y presenta signos de ocupación desde prácticamente la época del Emirato Cordobés (756-929 d. C.).
Es en la época califal (929-1031 d. C.) cuando el edificio romano que ocupó lo que hoy es el Castillo de San Marcos, se va a transformar ya a fines del siglo X, en la época del califa Alhaken II, en una mezquita de rasgos cordobeses comparable a otras como la actual Iglesia del Cristo de la Luz en Toledo (de tres naves y cuatro tramos).
Además de centro de oración, el espacio sirvió como centro de reunión y como cementerio en época andalusí.
Aún hoy existen de
algunos elementos de la antigua mezquita de Al-Qanatif; como el muro de la
Quibla (orientado meridionalmente hacia el rio Guadalete, hacia el sur, como lo
hacen las mezquitas andalusies) con su mihrab (abierto por arco de herradura,
cubierto con bóveda esquifada con nervios de tipo califal), en él se introduce
el imán para hacer la oración y que su voz llegara toda la sala gracias a la
resonancia que crean las bóvedas.
La decoración que queda en el frontal del mihrab, no es la original, esta se colocó en el muro durante la reforma del siglo XX, después de retirar un retablo. Es una técnica de muy buena calidad que utiliza piel de cordero llamada cordobán.
El patio de las abluciones (sahn), hoy reducido en su tamaño original, ya que parte del mismo se incluyó en el templo cristiano, y en el cual debió erigirse el minarete de la mezquita, hoy desaparecido, o los arcos de herradura que conforman la antigua sala de oración (haram), reformados hacia 1940, pilares con columnas adosadas de mármol, ya he comentado que son material de acarreo procedente de edificios romanos)
En el siglo XIII, los territorios árabes de la Península Ibérica comenzaron a perder terreno en favor de los soberanos cristianos durante el proceso de ‘’Reconquista’’. Alfonso X, el rey de la Corona de Castilla, es el monarca que emprenderá la toma de los territorios del suroeste peninsular; hechos que podemos relacionar con la política expansionista de la corona de Castilla en el norte de África y su deseo de acceder al trono del Sacro Imperio Germánico.
Alfonso X quien anexionó la pequeña alquería musulmana de Al Qanatif a la Corona de Castilla (conquistada en 1264), repoblándola y otorgándole una serie de privilegios reales, que culminaron con la concesión a la Ciudad, el 16 de diciembre de 1281, de una carta-puebla que puede ser considerada como el texto fundacional de la Ciudad. Además, la renombró como Santa María de El Puerto, considerando que era el sitio que la propia Virgen había escogido para obrar sus milagros.
Todo ello le obligó a construir un santuario en favor de Santa María bajo la advocación de Santa María de El Puerto en el lugar que ocupaba la mezquita de Al Qanatif, y que hoy ocupa el castillo de San Marcos.
Las obras, de manos de su alarife musulmán llamado Alí, son recogidas en las Cantigas de Santa María (amplió en tres tramos la mezquita, en estilo mudéjar de época almohade) y se construyó un ábside en el lateral de planta pentagonal, para acoger a la imagen gótica del Santa María, hasta el S. XVI, cuando es trasladada a la iglesia mayor prioral, la que hoy se venera es una imagen procedente de la ermita de Santa María de Sidueña (ubicada en la antigua Torre Blanca se sitúa a los pies de la Sierra de San Cristóbal y, concretamente, en torno a las inmediaciones del castillo de Doña Blanca.)
Es una Iglesia fortificada, con arquitectura de ladrillo y sólida cantería de planta rectangular, singularizada al exterior por perfiles almenados y los ocho torreones, cuatro ochavados en las esquinas y otros más elevados en sus frentes, construidas por Alfonso X.
La torre del homenaje, tiene planta de hexágono irregular, alberga la escalera y en la planta inferior el ábside construido para el culto cristiano, el lugar que se eligió para colocar la imagen de la Virgen, siendo estos los restos del antiguo santuario de Santa María de El Puerto.
Otorgando su custodia a la efímera orden militar naval de Santa María, de efímera existencia.
En el ábside, también se pueden ver tallas singulares.
Se tratan de un San Juan Bautista, un San José con niño y un Crucificado. Todos pertenecen la escuela andaluza y datan de los siglos XVIII, XIX, XX, carecen en la exposición de leyendas que permitan datarlas y conocer su autoría.
Además, la reja que guarda todo este arte también es importante, importante debido sus atributos barrocos y su iconografía cristiana.
A la derecha del ábside, hay un pulpito de piedra poligonal adosado, decorado con relieves en sus caras, con vanos ciegos de tracería gótica, elementos vegetales en los vértices; apoyado sobre una ménsula decorada con relieves de ángeles, de estilo neogótico, al que se accede a través de un vano con arco de herradura.
Por último, se pueden destacar elementos como las vidrieras, situadas al fondo de la nave central y lateral derecha de la antigua mezquita, fueron fabricadas en 1944 y sus motivos hacen alusión al propio Alfonso X a sus cantigas. Algunos de ellos son copias exactas de las miniaturas que aparecen en la obra literaria del rey.
Las pinturas que cuelgan del muro frente al ábside se pueden observar una representación de San Francisco de Paula a la derecha, con su hábito de la orden de los mínimos y su bastón.
A la izquierda, por el contrario, podrás ver un san Jerónimo penitente. Este se representa semidesnudo, con el ropaje desordenado y sus atributos típicos, el león, el crucifijo y la Biblia.
No se conocen sus autores, pero se deduce, por su estilo barroco que pertenecen a los siglos XVII y XVIII.
En el muro de la Quibla, se mantienen dos retablos vacíos de imágenes, de estilo gótico mudejar, de planta lineal, con mesa de altar cubiertos de azulejos y el cuerpo dorado, rematados en el ático con los blasones de la casa ducal de Medinaceli.
EL SEÑORÍO DE EL PUERTO Y LA RESIDENCIA DUCAL
La
sacristía situada al lado oeste, es de esta época, aunque con intervenciones
del S XVII.
Una vez desaparecido Alfonso X y todo su contexto del panorama histórico, la villa de Santa María de El Puerto (en adelante El Puerto de Santa María) es entregada al comerciante y militar Benedetto Zaccaría junto a un tributo a cambio de la defensa del sur peninsular con sus naves.
El genovés se convertirá entonces en primer señor de la villa, haciendo de ella un bastión militar y siendo el Castillo de San Marcos su centro. A pesar de todo, esta situación no durará mucho ya que Benedetto recibió el almirantazgo de la marina francesa y El Puerto volvió a ser propiedad de la corona.
Es entonces cuando se produce uno de los hechos más importantes para la historia del castillo y su ciudad; esta es entregada en calidad de señorío a Alonso Pérez de Guzmán el Bueno cuyo legado recae directamente en la Casa de Medinaceli a partir del matrimonio entre Isabel de la Cerda y Guzmán y Bernardo de Foix. Posteriormente, con la concesión del ducado a Luis de la Cerda (su descendiente), El Puerto eleva su categoría a condado y residencia ducal.
Es aquí donde comienza la época de esplendor comercial de la villa, y cuando se acomete otra de las grandes reformas en el Castillo de San Marcos (1454-1501). Este sirvió de residencia a los duques de Medinaceli, que dejaron su testimonio en forma de edificaciones como la muralla exterior o la sacristía gótica del castillo, y unas dependencias situadas en la planta primera, sobre la sacristía, y que fueron derribadas por Hipólito Sancho.
La sacristía, de nave única y cuatro tramos, se cubre con bóvedas de crucería simples.
En
el muro frente al altar gótico. Hay un arco con dos inscripciones en árabe,
algo un poco raro en una sacristía, se cree que el arco daba acceso a una
antigua puerta en recodo para entrar en la misa. Alfonso la aprovechará también
será la entrada a la iglesia de Santa María del Puerto.
EL PUERTO DE SANTA MARÍA Y SU RELACIÓN CON AMÉRICA
A comienzos de la Edad Moderna, El Puerto de Santa María se encuentra en un periodo de esplendor debido a las acciones de Luis de la Cerda, I duque de Medinaceli. Es en este tiempo cuando la ciudad y el Castillo de San Marcos establecerán una relación especial con el continente americano y su descubrimiento.
Debido a que la fortaleza fue una posible residencia de los duques en forma de palacete, este pudo alojar a algunos de los grandes conquistadores del territorio americano mientras preparaban sus primeras expediciones. Entre ellos podemos nombrar al propio Cristóbal Colón, residente en el Puerto entre 1483 y 1486 ya que buscaba mecenazgo de la casa de Medinaceli para sus viajes, y del que dicen recibió información del nuevo continente por parte de navegantes que residían en la villa ducal antes de 1492.
Se puede destacar también a Alonso de Ojeda (1468-1515) sirviente de los duques en la ciudad y promotor de la expedición del 18 de mayo de 1499 en la que se exploraron las costas de Venezuela, de Brasil o la desembocadura del Amazonas zarpando desde el Puerto de Santa María. Otras de las grandes personalidades que habitaron el Puerto fueron Americo Vespuccio o Rodrigo de Bastidas.
Caso aparte es el de Juan de la Cosa (1460-1510), magnífico navegante y cartógrafo vecino de la ciudad antes y después del descubrimiento. Fue dueño y capitán de una de los barcos que participó en el primer viaje de Colón, la nao Santa María, rebautizada así para el viaje americano, antes denominada la Marigalante o la Gallega, de la Cosa, viajó como maestre, segundo de Colón en ella, que se hundió en las costas de Haití en diciembre de 1492.
Dibujó el primer mapa en el que aparecían las costas del continente americano en la ciudad en el año de 1500, sobre pergamino, muy decorado, es el resultado de los descubrimientos realizados en América durante el siglo XV; con información procedente de los viajes realizados por Colón (viajes de 1492, 1493 y 1498), en los que él participó, hay una copia del mapa original que Juan de la Cosa confeccionó entre sus muros, en la muralla exterior del castillo, realizado en un panel cerámico.
En
el exterior del castillo, se ha configurado la plaza de Juan de la Cosa, en
ella, se puede observar sobre un pedestal el busto en bronce (de cabeza y
cuello) de gran tamaño represando al navegante, realizado en 1977 por C.
Carreño, de tratamiento esquemático y mirada dirigida a lo alto (diríamos que
al horizonte) en el pedestal una placa en bronce, con la leyenda en versales y
relieve, hace referencia a la elaboración del citado mapa en el interior del
Castillo.
Junto a él, hay un panel cerámico que reproduce el mismo, que se convierte en el frontal adintelado de una fuente, en forma de portada flanqueada por dos bandas salientes de piedra, cuyo friso se por pináculos y volutas adosadas que dejan en su interior una placa rectangular con un relieve de la Virgen de los Milagros.
BODEGAS CABALLERO Y CÁTEDRA DE ESTUDIOS ALFONSÍES
El edificio de la bodega se hizo en torno a los años 50 del siglo pasado aún hoy sigue en funcionamiento. Los barriles o botas que te rodean contienen vinos con la denominación de origen Jerez Cherez Sherry.
Se accede a las bodegas desde el patio del pozo, a través de un atrio porticado, formado por tres arcos carpaneles de construcción reciente, sostenidos sobre dos esbeltas columnas toscanas de mármol blanco.
En
algunas de las botas aparece la palabra Caballero, esta empresa fundada en
1830, como muchas familias bodegueras, los primeros caballeros se dedicaron al
negocio de la tonelería y madera de roble, a partir de ello y procedente de
Galicia, José Lago fundó las primeras bodegas de la firma en Chipiona. En torno
a 1870, el negocio creció, produciéndose las primeras exportaciones
internacionales en pleno auge del mundo vinícola Jerezano. En 1932, se trasladó
al puerto de Santa María, sede actual de una empresa. En los años 50. del siglo
XX, Grupo Caballero adquirió el castillo de San Marcos.
La Cátedra Alfonso X el Sabio, con sede en el Castillo de San Marcos (El Puerto de Santa María, Cádiz), se constituyó el 16 de diciembre de 1998 contando con el mecenazgo de la firma Luis Caballero S.A., propietaria del citado monumento histórico. La finalidad de dicha Cátedra era fomentar el estudio y difusión de la personalidad, época y obra de Alfonso X el Sabio (1221-1284), el más universal de los reyes hispánicos medievales.
A esta justificación se añadía una serie de circunstancias muy unidas a El Puerto de Santa María como el hecho de que la ciudad fue conquistada, repoblada y organizada por el rey Sabio, A esta consideración se suma el hecho de que el Castillo de San Marcos, donde se encuentra la antigua mezquita transformada en iglesia por el monarca castellano, sea la sede de la Cátedra “Alfonso X” en la que desde su constitución en 1998 se han desarrollado las actividades de la mencionada Asociación y, especialmente, la celebración cada dos años de una Semana de Estudios Alfonsíes.
En este momento la Cátedra “Alfonso X” ha alcanzado un gran prestigio tanto en los ambientes universitarios como entre los amantes de la historia del siglo XIII y, especialmente, entre los estudiosos del reinado de un monarca cuya obra abarca aspectos tan variados como la política, la literatura, el derecho, el arte, la música, la poesía y las lenguas galaica y castellana.
Desde el 31 de enero de 2003, la Cátedra se constituyó en Asociación “Cátedra Alfonso X el Sabio” como organización de naturaleza asociativa y sin ánimo de lucro.
En la bajada del castillo hacia el rio, se ha configurado la plaza de Alfonso X, en ella se ha colocado un busto de bronce, que representa a monarca Sabio, con los útiles de escritura (pluma y pergamino) de tamaño mayor que el natural. En el frontal del pedestal, se ha colocado una placa conmemorativa, en bronce, con la inscripción en relieve y versales, del otorgamiento a la ciudad de la carta puebla fundacional, haciendo referencia también a la parte de las Cantigas de Santa María, relacionadas con la iglesia- fortaleza, en los laterales del pedestal se ha colocado también en bronce el escudo de la ciudad.
DOCUMENTACIÓN:
ROMERO DE TORRES, E.; Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz; 1907-09;
https://castillodesanmarcos.com/el-castillo/
2024.11.14 15:54
http://www.viajerocurioso.es/2020/09/el-puerto-de-santa-maria-el-castillo-de.html
2023.11.14 16:05
Copyright Manuel Holgado García, 2024.11.13
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