LA FUENTE DE LOS NIÑOS DE MARIANO BENLLIURE - CÁDIZ 1932 - ¿UN HITO A RECUPERAR, A RECONSTRUIR?

LA FUENTE DE LOS NIÑOS DE MARIANO BENLLIURE - CÁDIZ 1932

GÉNESIS DE LA OBRA - OTRAS FUENTES SIMILARES

Una foto puede llevarte a recordar momentos entrañables de tu adolescencia y niñez, hace unos meses alguien en una red social subió la foto de la desaparecida fuente que Benlliure tenía en Cádiz, del recuerdo a la nostalgia, de esta al interés, y finalmente, a la necesidad de hacer público el compromiso de la recuperación del patrimonio de todos. Por eso hoy, os traigo esta ultima entrada de "Hitos de Cádiz".

La primera fuente de los niños fue realizada para la casa-estudio de Benlliure que proyectó en Madrid el arquitecto y Académico de la Real Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Enrique Repulles y Vargas, situada en el ensanche de la Castellana, en las esquina de las calles Zurbano y Bretón de los Herreros, sobre una pared medianera adosada al muro, se diseño el conjunto que luego comentaré.

El boceto del escultor es trabajado en la fábrica de cerámica industrial Nuestras Señora de San Pedro, de Talavera de la Reina, fundada por Juan Ruiz Luna y Enrique Quijo, con la que el escultor colaboraba desde 1911. El grupo escultórico de los niños y toda la decoración en relieves con niños y diversos motivos vegetales fue policromada siguiendo las instrucciones del propio escultor. Los moldes fueron realizados por Vicente Camps, colaborador del escultor

El agua salía de tres surtidores situados en la boca de tres de los niños para caer sobre una taza de mármol semicircular, sostenida por la figura de un cisne del mismo material, y que luego rebosaba a un estanque de mayor amplitud. La fuente fue acabada en 1912.

Benlliure, junto a la fuente policromada adosada a la fachada del estudio, 1912

Una reforma posterior de la casa-estudio, en 1914 con la finalidad de agrandar el estudio y diferenciarlo de la estancia familiar, provocó que se remodelase la fuente, realizada a partir del primer modelo, también en cerámica, pero en este caso los niños, fueron representados con monocromía blanca, la taza en esta nueva versión es rectangular y revestida de azulejo.

Benlliure, junto a la fuente monocroma exenta, después de 1914

El éxito de la fuente, fue grande y los múltiples visitantes que acudían al estudio le encargaban replicas de la misma, así la Familia Bauer, encargó una para su casa en la Alameda de Osuna (Madrid), totalmente desaparecida y lamentablemente sin fuentes fotográficas que permitan su reconstrucción.

Para su casa de Chamartín de la Rosa, el Cónsul de Guatemala, Enrique Trauman, encargó otra en 1923, tras pasar por diversos propietarios y por muy nefastas reparaciones (más que restauraciones), reencontrada en un vivero en 1960-70, fue adquirida, restaurada por la Fundación del Canal del Isabel II, y situada, en el en el vestíbulo de entrada, en el nuevo edificio de la Plaza de Castilla; según afirma Lucrecia Enseñat, no es la original que en 1914 se adosó a la medianería de la casa de Benlliure, pero si es con toda seguridad la encargada por Trauman.

Copia en bronce de la Fuente de Trauman, Canal de Isabel II

El propio ceramista Ruiz Luna, realizó para su casa una versión dela fuente, más reducida en tamaño y con menos personajes.

La Diputación Provincial de Santander, encargo en 1928 al escultor una fuente similar para el monumento a la Marquesa de Pelayo, en el que además del busto de la benefactora creadora de la Maternidad Provincial y del Jardín de Infancia, esta versión de la fuente se realizó fundida en bronce, y ha cambiado como el monumento varias veces de ubicación en la ciudad cántabra. Tan satisfecha quedó la Marquesa, que para su finca de Solares-Valdecilla, encargó una replica de la anterior.

Fuente de Valdecilla

En 1962, se realizó una nueva fundición a partir original en escayola de la fuente de la Marquesa de Pelayo , más recientemente la empresa de cerámica Lladró, a partir de un molde de silicona realizado del mismo original del propio museo por personal de la empresa Arte6, y fundida por la empresa de Ignacio González Sellás, que realizó dos nuevas fundiciones en bronce, una para el Museo de Valencia y otra para la propia empresa patrocinadora, de ejecución bastante deficiente en opinión de Lucrecia Enseñat.

Dejo para otro apartado el análisis de la fuente de los niños de Cádiz, pero lo comentado hasta aquí me permiten extraer algunas conclusiones:

1.- Al menos tenemos constatadas 8 versiones de la denominada “fuente de los niños”; algunas de ellas totalmente desaparecidas, otras realizadas sobre el original de yeso, que se han reproducido en cerámica policromada, monocroma y en bronce.

2.- Los promotores de estas fuentes, han sido el propio Benlliure, el ceramista Ruiz Mata, instituciones públicas provinciales (Diputación de Santander) locales, (Ayuntamiento de Cádiz), miembros de la burguesía oligárquica, para sus fincas urbanas y rurales y en las ultimas décadas, los denominados nuevos mecenas, empresas públicas (Fundación del Canal del Isabel II) y privadas (Lladró), confirmando una vez más que las obras de arte siempre han sido utilizadas como argumentos convincentes del poder político, social y económico.

3.- Algunas de estas obras, han desaparecido para siempre o han sido mal cuidadas y en algunos casos restauradas muy deficientemente, eso es consecuencia de la desidia y del desconocimiento y de las infravaloración del patrimonio artístico.

LA FUENTE DE LOS NIÑOS EN CADIZ:

Ya en 1927, anterior por tanto a la obra de Santander, Benlliure, comenta el encargo de la obra para Cádiz, por esa época (1926-27) se estaba realizando una profunda reforma de esta zona, consistente en la pavimentación y remodelación según el proyecto del arquitecto Juan Talavera y Heredi, que diseño un entramado de jardines, paseos y plazoletas, mirando al mar en estilo regionalista, (sevillano diríamos más bien) con abundancia de estanques, fuentes.

Entre esas fuentes se colocó adosada al muro del Baluarte de la Candelaria, frente a la Iglesia del Carmen la obra de Mariano de Benlliure, inaugurada en 1932, pero fue encargada por el Alcalde Agustín Blázquez (1923-27), el primer proyecto (1926-27) fue modificado y la fuente paso de ser exenta a ser adosada, integraba la replica de la fuente original de Benlliure en cerámica vidriada policromada. Para Cádiz, Ruiz Luna diseñó el resto de la fuente, que presidía, en la parte superior del luneto, el escudo de Hércules. Lucrecia Enseñat, denomina a esta ubicación “Plaza de la Oliva”, entiendo que con esa denominación se refiere a ese tramo final de la Alameda de la Apodaca, medianero con el Baluarte de Candelaria.,

"Fuente de los Niños" en la pared del Baluarte de la Candelaria, Alameda de Apodaca,años 30

En 1935, se levantó todo el conjunto monumental y de la fuente siendo trasladado al parque de Genovés, en una pequeña glorieta denominada del metrosidero (por el arbusto de origen neozelandés, curioso que sea el ejemplar de este vegetal, también denominado árbol de hierro, el ejemplar de mayor tamaño que hay en Andalucía, al lado derecho de la entrada a la avenida principal del mismo, colindante al muro lindero del Paseo de Santa Barbara, y que desde entonces se denomino de las “fuentes de los niños”. Luego todo ha sido desidia y abandono del conjunto, poco a poco la fuente se fue deteriorando hasta desaparecer. Hay hasta quien sitúa algunas de las figuras de los niños en un anticuario gaditano, lo que si parece que aún se conserva a buen recaudo es la cerámica con el escudo de Hércules.

ANÁLISIS

La obra de Benlliure es fundamentalmente escultórica; aunque el artista mantiene una dualidad entre la escultura y la pintura, que usase la cerámica vidriada en alguna de sus obras, le permitió introducir el color en ellas, tal es el caso de la encarnación de los niños representados en la primera versión de la fuente, además logrando aumentar el efecto pictórico con los juegos de luces y sombras que se producen en las posturas y la disposición de las figuras.

El tema tratado en la fuente, es totalmente intrascendente, un grupo de niños que juegan y empujan a uno de ellos al agua.

Luneto de la fuente de Trauman, restaurada por el Canal de Isabel II

Utiliza magistralmente la técnica del relieve, el bajo relieve para la escasa y somera representación paisajística del fondo, el alto relieve para las seis figuras de los niños ( no todos tienen el mismo nivel de altura) y el bulto redondo para las otras dos de generando un efecto de profundidad y de perspectiva. Todas las figuras encajan y forman un conjunto armónico.

El dinamismo es absoluto, lo logra con una gran multiplicidad de gestos espontáneos y naturales, donde la relajación y la falta de tensión son patentes; algunas figuras son representadas en escorzos inverosímiles, instantáneos, dotándolos de un efecto casi fotográfico natural, lejos de la composición estudiada y organizada premeditadamente en un estudio escultórico. Contribuye a esa sensación de movimiento la utilización de líneas abiertas tanto en la figura del niño que cae, en la del infante de la derecha, también exento y tanto en el niño situado en el ángulo inferior izquierdo y en el centro, tratados con un altísimo relieve, cercano casi a lo exento.

Detalle parte inferior izquierda del luneto central

Cada infante es representado con un movimiento distinto, con diversidad de actitudes, posiciones, que obligan al espectador a mirar con detenimiento a cada personaje para poderlo contemplar en su totalidad, sus figuras son todo menos frontales, manifiestan en la expresión de sus rostros diversas reacciones, todas ellas propias del ser infantil (susto, curiosidad, sorpresa, risa…); la textura pulida y tersa de la piel de los niños, contrasta con el tratamiento un tanto abocetado de sus cabellos.

Detalle figura exenta niño que cae en escorzo

Es evidente que el material utilizado la cerámica vidriada permite este tratamiento en detalle, que quizás otros materiales lo dificultan como es el caso del bronce.

Benlliure, se manifiesta aquí como el escultor realista que es, lo que importa no es el tema, sino como se trata, y lo hace de forma minuciosa y delicada, plasmando los detalles más nimios diríamos incluso irrelevantes, obsérvese por ejemplo como uno de los críos lleva su mano a la boca, mientras el otro apoya sus manos en la cabeza del que empuja a compañero de juegos al agua.

Detalle postura de los niños en alto relieve, en la copia en bronce de la fuente Trauman

De las bocas de tres de los niños, emanaban surtidores que llenaban la taza de mármol, en la fuente original, en la de Cádiz, unas relieves que representan los rostros de seres mitológicos en cada una de las cuatro pilastras, también convirtieron sus bocas en surtidores que llenaban el estanque cubierto de azulejos.

El luneto central, además de la pila de mármol en su base, tenia a ambos lados dos pilastras, que delimitaban la parte central del estanque; las partes laterales simétricas, se enmarcaban con otras dos pilastras y entre ellas un friso de cerámica vidriada con escenas que las fotografías utilizadas en este análisis, en blanco y negro y con escaso detalle nos impiden poder describir.

Obsérvese como desde cada pilastra emana un surtidor

Sobre estos frisos se colocaron unas guirnaldas (tiras tejidas de flores y ramas), lo mismo que sobre la cornisa curva que enmarca el luneto central.

Sobre cada pilastra, se colocó una copa de cerámica, utilizada como macetero, y las dos guirnaldas sobre el luneto se unían en el centro con el escudo de la ciudad, que parece ser la única pieza que se conserva intacta del conjunto, lo que nos permite observar la rica policromía que debió tener.

MEDIDAS:

Al estar destruido el conjunto escultórico y la fuente, he utilizado para dar unas medidas aproximadas, el método de escalas, conocemos gracias a las información de Lucrecia que el luneto central medía aproximadamente unos 90 cm de alto por 200 de ancho, escalando el resto de la composición, podemos afirmar que el conjunto total tendría una altura aproximada de 275 cm y una longitud de unos 640 cm. Para facilitar la visualización del juego de proporciones se acotan de forma aproximada el resto de elementos de la fuente adosada.

Cotas aproximadas de los elementos que conformaban la fuente.

TRASCENDENCIA:

Este hito escultórico desaparecido esta en el recuerdo de muchos gaditanos mayores, hace unos meses la Empresa Aguas de Cádiz planteó la recuperación de las fuentes ornamentales de la ciudad, lo ha hecho magistralmente con la “Fuente de los Niños del Paraguas”, en marzo el gerente de la misma Jesús Bolidén, señalaba esa intención, pero también las dificultades que plantea su recuperación.

Es evidente que no se trataría de una restauración propiamente dicha, sino una recreación, a partir de las fuentes históricas, me voy a permitir para cerrar este somero análisis con algunas observaciones.

Sí, hay que reconstruir esta fuente, porque es patrimonio histórico de la ciudad, por su importancia para la memoria colectiva, por el valor artístico de la obra, ademas de la importancia de su autor.

Si se hace, es lógico que se haga con el mecenazgo de una empresa local, ya he comentado la importancia que los nuevos mecenas tienen en el patrimonio histórico-artístico.

Si se reconstruye, entiendo que debe hacerse en el mismo material original, esto es cerámica vidriada, utilizando los moldes existentes en el Museo de Valencia, y con la observación directa de la fuente de Trauman, desechando el bronce, ya que no permitiría la cantidad de matices que ofrece la cerámica.

Su ubicación, debe ser la de la glorieta de la “Fuente de los Niños en el Parque de Genovés”

Prueba de su pervivencia en la memoria de los gaditanos, es esta maqueta que reconstruye el artesano gaditano A. Collantes, en 2017.

Maqueta de A Collantes. Cádiz, 2017.

AUTORÍA: MARIANO DE BENLLIURE

Mariano Benlliure y Gil, nacido en El Grao, Valencia, el 8 de septiembre de 1862 y fallecido en Madrid el 9 de noviembre de 1947.

Formación

Benlliure fue un artista precoz, perteneciente a una familia artistas, desde los 5 años acude al taller de un artista local, pronto presenta a concurso su primera obra escultórica “Frascuelo entrando a matar” realizada a la edad de 6 años.

Mariano, fue por tanto un autodidacta y no se formó en ninguna academia o escuela de bellas artes, aprendió con la observación y el trabajo en todos los oficios que tienen que ver con el quehacer escultórico.

Se traslada con su familia a Madrid desde 1874, entrando como aprendiz de cincelador en la Platería Meneses.

Evolución

En 1876, donde participará en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y donde alcanzará renombre, con buena acogida por parte de la crítica que le llevará a ser uno de los artistas más influyentes de su época.

Se traslada a Italia, en Roma desde 1881 trabajando como pintor-acuarelista (alguna vez realizará también pintura decorativa) y con los beneficios pudo dedicarse más libremente a la escultura. Mejora el dominio de las técnicas y materiales en contacto con las fundiciones artísticas más importantes y con frecuentes visitas a las canteras de Carrara; también viajó en este periodo en dos ocasiones a París, en 1883 y 1885.

Estilo

Su estilo puede enmarcarse en el naturalismo imperante a finales del XIX, muchas de sus obras tienen una reminiscencia clásica aprendida en la contemplación de las obras clásicas en su estancia en Italia.

Este naturalismo se completa con obras de carácter costumbrista de personajes anónimos y populares.

De igual manera, en sus obras muestra una tendencia historicista, en la plasmación de personajes de la historia antigua: Viriato, (1940), Isabel la Católica (1892), Agustina de Aragón (1908). A los grandes de la pintura española Ribera, Velázquez, Goya, Fortuny y Sorolla (con quien le unía una estrecha amistad)

Materiales:

Respecto a los materiales usados por Benlliure hay una gran variedad, esculpe con cera, barro, yeso, cerámica, mármol, bronce. Trabaja tanto el pequeño como el gran tamaño, la escultura doméstica como la estatuaria pública. De igual manera la escultura exenta como el bajo y alto relieve (relieves de estilo clásico en mármol, para la mansión de Henry Gurdon Marquand, en Nueva York)

Géneros y temas:

En relación con los temas, sus primeras obras son representaciones de escenas taurinas, fruto de su fuerte atracción desde la infancia por la tauromaquia, manteniendo una estrecha relación con famosos toreros a los que representó en diversas suertes, bustos, es especialmente emotivo es el mausoleo a Joselito (1926).

En el ámbito de la escultura costumbrista representa a de tipos populares, anónimos, en escenas espontáneas e intrascendentes, de bailaoras flamencas.

Representó a los poderosos, en primer lugar a la familia real, la escultura ecuestre de Alfonso XII (1909), aristócratas, políticos importantes del periodo de la Restauración (Martinez Campos, Sagasta, Canalejas, Dato, Romanones, militares de alta graduación del S XIX y XX, científicos y eruditos Santiago Ramón y Cajal (1923), Marcelino Menéndez Pelayo (1923), y Aniceto Coloma (1922). Próceres de la historia y de la independencia de las repúblicas iberoamericanas (San Martín, Bolívar, Nuñez de Balboa, Bernardo Irigoyen etc.…)

La temática religiosa está también presente, en su obra, en 1879, con solo 17 años, talló su primer paso de misterio, Descendido, para la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora, en 1931 talló el paso Redención, para la Cofradía de Jesús Nazareno, las destrucciones de muchas imágenes en el periodo de la República y la Guerra Civil, en esas obras, Benlliure mantiene una tendencia clasicista alejada de la teatralidad barroca. Muchas de estas obras de la década de los 40, son obras de su taller basadas en bocetos de Mariano..

Obras en Cádiz

Dejo para el finalizar este somero repaso de su biografía y su obra, dos aspectos:

Una su faceta como medallista, entre la que sobresale a Medalla Conmemorativa del Centenario de la Constitución de Cádiz de 1812 fue un encargo a Mariano Benlliure del Club Español de Buenos Aires, que conserva un ejemplar en bronce. Hay un ejemplar en plata depositado en el Museo de las Cortes de Cádiz.

1912 - Medalla Conmemorativa del Centenario de la Constitución de Cádiz de 1812

Y en segundo lugar sus obras en nuestro entorno. Así la monumental escultura ecuestre erigida en la Plaza del Arenal de Jerez de la Frontera, en honor del General Miguel Primo de Rivera en 1929, realizada en granito y bronce, con figuras alegóricas a la Paz y la Victoria y altos relieves relativos a los éxitos políticos y militares del General en la Guerra de Marruecos.

Monumento al General Primo de Rivera, 1929, Plaza del Arenal, Jerez de la Frontera - Cádiz

Y la escultura al Sagrado Corazón de Jesús, en la capilla del mismo nombre de la Catedral de Cádiz, actualmente en proceso de restauración, que bien merecerá, una vez acabada esa restauración, un análisis posterior en las páginas de este blog.

Son innumerables los reconocimientos de entidades que Mariano tuvo a lo largo de su dilatada trayectoria, así como las responsabilidades que ocupó en la vida cultural y política, para ello os aconsejamos la lectura detallada de su biografía realizada por Lucrecia Enseñat Benlliure en :http://dbe.rah.es/biografias/8449/mariano-benlliure-gil

AGRADECIMIENTOS:

A Lucrecia Enseñat Benlliure, Arquitecto, vicepresidente y directora de la Fundación Mariano Benlliure, por su facilidad en proporcionarme la documentación relativa a esta fuente y a otras obras del escultor, su página www.marianobenlliure.org es una fuente importantísima de documentación y un elemento dedicado al estudio y a la difusión de la obra de este ilustre autor. A Salvador García por proporcionarme fotos de la fuente de los niños restaurada por el Canal de Isabe lI, fundamentales para el análisis de las composición y de las figuras que forman el núcleo fundamental de la fuente gaditana desaparecida. A mi buen amigo Gonzalo, por las restauraciones de las fotos, por el uso del software para escalar . A los grupos de facebook:

“Cádiz nuestras fotos y recuerdos” https://www.facebook.com/groups/2072206602835035/?source_id=107565884091763

“Cádiz en el recuerdo” https://www.facebook.com/groups/Cadizenelrecuerdo/

En ambos grupos muchos participantes incorporan fotografías que han hecho posible, reavivar mi interés por un lugar que había quedado en los años de mi infancia y adolescencia y sobre todo plantear la necesidad de su recuperación para el patrimonio de toda la ciudad