RETABLOS DE LA IGLESIA CONVENTUAL DEL CARMEN DE SAN FERNANDO IV

RETABLOS DE LA IGLESIA CONVENTUAL DEL CARMEN DE SAN FERNANDO IV

#DiariadeCádiz del 23.11 al 08.12.2022

RETABLOS NEOCLÁSICOS DE LA ISLA I.

Os dejo a continuación la cuarta de las entradas, con la que amplío el recorrido histórico artístico por los retablos de la iglesia conventual del Carmen, analizando los cuatro retablos de estilo academicista o neoclásico.

Estos retablos tienen en común que fueron construidos para sustituir a los originarios de estilo barroco, mantienen en algún caso, como en los de Santa Rosaría y Nuestra Señora de la Salud, elementos de esos retablos originales, lo que hace que se mezclen elementos barrocos y academicistas.

En el devenir histórico se han dedicado a distintas advocaciones, y también tienen en común la necesidad de ser sometidos a un proceso de limpieza y restauración.

Los textos son la compilación de los hilos de tweets publicados con el hashtag #DiariadeCádiz entre el 13 al 29.08.2024.

RETABLO DE SANTA ROSALÍA DE PALERMO

#DiariadeCádiz El retablo de Santa Rosalía de Palermo, está situado en el quinto tramo de la nave del Evangelio de la iglesia conventual del Carmen de San Fernando de Cádiz, erigido a partir de 1770, la capilla estuvo dedicada antes a San Juan de la Cruz, junto con dos pequeñas imágenes de San José y San Rafael.

Su patronato fue adquirido por el Capitán General de la Armada Juan José Navarro de Viana y Búfalo, Marques de la Victoria, y se transmitió a sus herederas; su enterramiento se hizo en un sepulcro adosado al muro de la capilla, permaneciendo en la misma hasta su traslado en 1870 al Panteón de Marinos Ilustres.

El retablo de Santa Rosalía de Palermo presenta una mezcla de estilos, original en la iglesia conventual del Carmen, con elementos rococós y otros academicistas. Realizado en madera policromada (imitando mármoles de colores) y dorada, con mesa, banco, único cuerpo y ático.

La mesa de altar y el banco, son más barrocos, y se realizaron antes que el resto de elementos. La mesa es de formas bulbosas y lisa, decorada con una tarja dorada, es lisa en el interior y con moldura de volutas. El banco, está pintado en color verde con relieves de roleos dorados.

La planta del retablo es movida, con salientes los externos y en el cuerpo, que está flanqueado por dos pares de columnas de fuste liso policromadas imitando mármoles jaspeados, en el centro presentan tarjas doradas con molduras de roleos

El cuerpo del retablo está dividido en tres niveles horizontales y tres calles, en la calle del inferior hay una hornacina de planta poligonal y bóveda de horno, rematada en ½ punto que acoge una talla contemporánea, encarnada y policromada, obra de talleres artesanales de Nuestra Señora del Rosario de Fátima.

El frontal de esta pequeña hornacina está policromado imitando mármoles azulados. A los lados hay dos columnas adosadas de fuste acanalado y capitel corintio. Flanquean el cuerpo del retablo dos medias cariátides adosadas apoyadas en volutas a modo de ménsulas.

Las calles externas del retablo, acogen sobre repisas doradas decoradas con veneras, dos tallas de madera policromadas, encarnadas y estofadas, a la izquierda la imagen de San Juan de Nepomuceno (45x26x22 cm), muy dinámica, domina con su pie izquierdo una figura simbolizando el mal.

A la derecha la imagen de San Miguel Arcángel, representado en un pronunciado escorzo, pisa un demonio, en su mano derecha debió llevar una espada (hoy desaparecida) y en la izquierda porta la balanza. Ambas esculturas son contemporáneas al retablo y vinculables a la escuela genovesa.

Preside el retablo, en una hornacina de planta rectangular, bóveda de cañón cajeada y pintada en verde imitando mármoles, la talla en madera policromada y encarnada de Santa Rosalía de Palermo, (88x47x30cm) vestida con túnica marrón, corona de rosas y crucifijo.

La talla es contemporánea al retablo y vinculable a la escuela genovesa, se restauró a fines del S. XX. La hornacina, protegida por un cristal, tiene una moldura lisa y se remata con un arco escarzano, decorado con hojarasca, que también aparecen en las bandas que la flanquean.

El cuerpo superior del retablo se diferencia con un entablamento mixtilíneo sostenido en las cariátides, rematado en los extremos con jarrones, que flanquean dos recargadas volutas decoradas con roleos y varias bandas verticales con el fuste decorado con hojarasca y otros motivos vegetales.

Las bandas dejan en el centro un bordado policromo y dorado, sobre fondo blanco, representando a San Rafael alado y con bastón, acompañando a Tobías sobre las aguas, rodeado de roleos, enmarcado por una moldura lisa rectangular sobre su dintel dos cabezas de angelotes.

La base del ático del retablo, es un entablamento de varias platabandas lisas, apoyado sobre los cuatro capiteles corintios de las columnas exteriores, este entablamento se curva en el centro quebrándose en varias ocasiones.

En el centro del ático está situado el escudo, en relieves policromado, del Marqués de la Victoria. El guardapolvo se adapta al arco de ½ punto de la capilla y se decora en su frente con una tela anudada conformando una guirnalda, rematado en la clave con roleos.

RETABLOS DE SANTA TERESA Y SAN JOSÉ

#DiariadeCádiz Los retablos de Santa Teresa de Jesús y San José, se encuentran en los muros testeros de las naves de la epístola y del evangelio respectivamente, a los lados del presbiterio, en la iglesia conventual del Carmen de San Fernando, realizados en la 1ª ½ del S. XIX.

Son de estilo neoclásico, realizados en piedra y debieron sustituir a otros anteriores más acordes con el estilo barroco del templo. Ambos son idénticos en su estructura, materiales. Su planta es lineal y tienen mesa de altar, banco, único cuerpo y ático.

Los retablos están realizados en mármoles jaspeados de diversas formas y colores, son en esto bastante similares. La mesa de altar, es rectangular, saliente en planta, decorada con placas lisas de mármoles de distintos colores.

Sus bancos son de escasa altura y lisos. El de San José tiene en su centro un sagrario (avanzado sobre el banco y más alto que él) de mármol blanco y puerta plateada con relieves, está flanqueada por pilastras toscanas, que sostienen un entablamento liso y un frontón semicircular.

Los cuerpos de los retablos, se flanquean por columnas marmóreas, con basas y capiteles corintios dorados, en el centro una gran hornacina de planta semicircular y bóveda de horno (de fondo liso y continuo), rematada en arco de ½ punto.

Las hornacinas se enmarcan con una moldura lisa de varias platabandas, las enjutas del arco, bajo el entablamento, también son lisas, los distintos colores de cada pieza conforman la decoración. En el interior de cada hornacina se ubica una talla sobre alto pedestal cuadrangular.

El entablamento de ambos retablos presenta un arquitrabe de tres platabandas, las más altas son más salientes, y un friso liso que sostiene una cornisa de tres cuerpos y de planta discontinua.

El inferior está decorado con dentículos, los otros son lisos; el cuerpo superior o cimacio es más saliente y sostiene en sus extremos dos pedestales sobre los que se apoyan dos ángeles sedentes, realizados en madera y telas encoladas.

En el centro hay un medallón de madera tallada con relieves, con la representación del Espíritu Santo (una paloma) rodeado de cabezas de querubines, del que sale una ráfaga dorada. Los ángeles han perdido parte de sus alas y su recubrimiento pictórico monocromo está deteriorado.

10. Preside el retablo frontero de la nave de la epístola, la talla en madera policromada y encarnada de Santa Teresa de Jesús (anteriormente estuvo la talla de San Juan de la Cruz), firmada por Felice Buonfligio, realizada entre 1757-60, por tanto, anterior al retablo.

Es la única obra datada de Felice Bounfiglio, escultor poco conocido, representa la "Transverberación de Santa Teresa", es de tamaño natural (175 x 90 x 74 cm.), vestida con el hábito carmelitano (marrón y blanco) con los ribetes dorados, el rostro refleja el momento de éxtasis místico.

Su mirada se dirige al angelote, en actitud dinámica y desnudo, solo cubre parte del cuerpo con una cinta roja, presto a lanzar la fecha de amor divino sobre el pecho de la Santa (un motivo de gran difusión y éxito en el periodo barroco).

Preside el retablo frontero del lado del evangelio, la talla en madera de tilo, policromada y encarnada de San José con el Niño (anteriormente aquí estuvo la imagen de San Elías). Firmada por Pietro Galeano entre 1730-33, traída desde Génova; restaurada en 1994.

El conjunto mide 165 x 90 x 60 cm., representa a San José con el Niño sobre su brazo derecho, llevando en la otra una vara florida. P. Galeano, es el mejor discípulo de A. M. Maragliano. Trata el cabello a base de grandes mechones formando bucles, los pliegues son amplios adaptados a la postura de los miembros.

Galeano muestra un gran virtuosismo en el modelado de las manos y la forma de sostener al Niño, y la relación entre este y el Patriarca a través de las miradas y de la mano del Niño que acaricia la cara de S. José. La policromía se realiza a base de tonos violáceos, verdes y ocres.

RETABLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD

#DiariadeCádiz El retablo de Nuestra Señora de la Salud está situado en la cuarta capilla, de la nave de la epístola, de la iglesia conventual del Carmen, esta capilla fue propiedad de la hermandad de Santa Bárbara, entre 1760-85.

Que levantó el primitivo retablo de estilo barroco, que fue desmontado al trasladarse la hermandad a la iglesia castrense de San Francisco, en 1785. Posteriormente se dedicó a San Joaquín, Sta. Ana, la Virgen Niña, la Divina Pastora y la Inmaculada Concepción. El retablo actual es de la 2ª ½ del XIX.

El retablo es de estilo neoclásico, realizado en madera policromada en grises y ocres imitando mármoles, y dorados para las basas, capiteles y moldura de la hornacina. Es de planta lineal, mesa de altar, único cuerpo y ático.

La mesa de altar, es el único elemento que se mantiene del primitivo retablo, su carácter barroco hace que su planta no sea lineal (como el resto del retablo) sino movida, está flanqueada por una banda vertical a cada lado, deja el centro más saliente y de perfil bulboso.

Está decorada con relieves polícromos con formas de roleos y motivos vegetales y en el centro se ha tallado el blasón de la hermandad de Santa Barbara, con la torre significativa.

Flanquean el cuerpo, del retablo de la Salud, dos columnas de fuste liso y capitel corintio, que sostienen el entablamento, formado por un arquitrabe de tres platabandas, friso liso y cornisa, de tres bandas, decorada con dentículos en su banda central.

Sobre ella un frontón curvo, algo más saliente, de arco rebajado y tímpano rehundido, policromado en los mismos tonos, grisáceos para las cornisas y marrones en el tímpano; todo el ático es liso, sin relieve alguno.

Preside el retablo, en una hornacina de planta poligonal, bóveda de horno, recubierta con tela en rojo, adamascada y rematada en ½ punto, la imagen de candelero, policromada y encarnada, de Nuestra Señora de la Salud, realizada en el último tercio del S. XVIII.

La talla mide 162 x 74 x 56 cm., es de estilo neoclásico y se relaciona con la escuela sevillana de la 2ª 1/2 del XVIII, quizás obra de Cristóbal Ramos (siendo la única imagen de Gloria de esta escuela en la ciudad), fue encargada por el presbítero genovés Giacomo Parodi Macaggi (capellán de casas de notables de Cádiz y de la Isla de León, desde 1782, además fue también capellán de Capitanes Generales de la Armada y del hospital de San José), para presidir la ermita homónima, cuyas obras patrocinó y financió, la presencia de la imagen está documentada en la Isla en 1790.

Esta ermita fue derruida en 1842, pasando la imagen a su ubicación actual. La Virgen sostiene en el brazo izquierdo al Niño (que es de talla completa). Las dos figuras lucen coronas de metal plateado, cetro la Virgen en la mano derecha. El Niño un orbe en la izquierda, bendice con la derecha y calza zapatitos de plata.