TRIUNFO DE LA INMACULADA, CÁDIZ

 TRIUNFO DE LA INMACULADA, CÁDIZ


El Triunfo de la Inmaculada es el primero de los cinco erigidos en Cádiz. Los otros cuatro están dedicados a otras advocaciones de la Virgen María (Nuestra Señora del Rosario y María Auxiliadora) y a los patronos (San Servando, San Germán y San Francisco Javier). El dedicado a esta advocación sigue la estela de los levantados en Roma en 1614 y en Granada en 1631.

Los textos son en su mayor parte la compilación de post, publicados en la red X entre el 1 y el 12 de diciembre de 2025, con el hashtag #DiariadeCádiz.

#DiariadeCádiz El Triunfo de la Inmaculada Concepción se encuentra ubicado en la actualidad, y desde 1969, en la Plaza de Filipinas de Cádiz, junto a los dos arcos que se abrieron en las bóvedas de las murallas de San Carlos para el tráfico rodado, en la entrada hacia la Punta de San Felipe.

Este Triunfo fue bendecido el 29 de mayo de 1695, y estuvo situado originariamente en el Paseo del Vendaval, junto al convento de los Capuchinos. Su erección se debe al impulso en la devoción al Rosario por parte del orador sagrado y monje capuchino Fray Pablo de Cádiz (21/4/1643-11/1694).

Grabado del Triunfo de la Inmaculada. Chapuy/Arnouy/Bayot: Cadix: vue prise du Champ des Capucins, 1830, éditeur, rue Tiquetonne, 18 Fuente: Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya.

Fray Pablo fundó en 1691 la Compañía Espiritual del Santo Rosario de Nuestra Señora de la Encarnación (la primera de las 15 que fundó en Cádiz). Esta congregación cambió su denominación en 1696 a Compañía Espiritual de Nuestra Señora del Triunfo.

Sus hermanos, además de la veneración de la citada imagen y del rezo del Rosario en procesión por las calles del barrio habían comenzado a construir una capilla en el barrio de la Viña, recaudando limosnas junto al Triunfo.

Tras pleitear con el Guardián de los Capuchinos e intermediar el procurador de la ciudad y del obispado, la Compañía cambió a la denominación definitiva de la Virgen de la Palma, en honor al atributo que llevaba en su mano izquierda.

    


Carlo Bossoli: Día de mercado en Cádiz, c. 1850. Fuente: Museo de las Cortes de Cádiz.

Una estampa popular de Cádiz, en ella aparece la Catedral con la torre de poniente aún en construcción, se finalizó en 1862;  con una estatua de una Virgen en un punto, que coincidiría con la zona del antiguo convento de Capuchinos.

Fray Pablo, de padre genovés y madre también de origen ligur, ingresó en los capuchinos en 1676 tras una estancia en la América Hispana, dedicándose a los negocios familiares. Formado en la casa capuchina de Sevilla, dedicó el resto de su vida a la predicación sagrada.

El 28 de agosto de 1694 se firmó un contrato con Andrea Andreoli (o Andreola), maestro de Obras de la Santa e Insigne Iglesia Catedral de Cádiz, según diseño del mismo maestro, para tallar en Génova una columna que debía ir sobre un pedestal y sus gradas…

Sobre la columna se situaría una imagen de la Virgen, representada en su Purísima Concepción. El coste del monumento se cifró en 500 pesos y se ubicaría en el lugar donde estaba la cruz regular que marcaba la jurisdicción conventual de los capuchinos: “Para obviar los desórdenes que ocasionan de noche y día la soledad de este campo”.


Boceto de Andrea Andreoli, para el triunfo de la Inmaculada. Fuente: Maura Alarcón, Carlos y De La Cruz Sastre, Antonio, op. cit. p.121.

El triunfo de la Inmaculada, realizado en mármol, está compuesto por una columna de orden jónico sobre un plinto de planta cuadrangular (106 cm de ancho y 124 cm de alto en la parte interior), con molduras salientes en su basa y remate, que en origen se apoyaba en tres gradas o escalones también marmóreos.


En los lados del plinto aparecen los siguientes elementos: el escudo de la ciudad, situado en el frontal; en la parte posterior, el escudo de la orden capuchina; a la izquierda se representa a Fray Pablo arrodillado rezando el rosario ante la Inmaculada, y en el lado derecho, el escudo de los dominicos.



La representación de los escudos dominico y capuchino en el pedestal aparece especificados en el boceto inicial; los otros dos relieves se esculpieron posteriormente, y puede que lo fueran ya en Cádiz, y son similares en su composición: la parte figurativa, en tarjas mixtilíneas enmarcadas por volutas, con la representación de cabezas de angelotes alados y rematadas por coronas.



Sobre el plinto se coloca la columna (según el proyecto, mide cinco varas y tercia, unos 4,455 m.). Tiene basa completa con toro, escocia y bocel, y su fuste es acanalado en los dos tercios superiores, y en el inferior se decora con motivos de lacería y vegetales.



El capitel es de orden jónico, con volutas, equino decorado con relieves vegetales y ábaco liso y de mayor planta en la parte superior. Sobre él, encima de una nube de querubines de la que sobresalen relieves con formas espirales, que asemejan los picos de la media luna, se apoya la imagen de María Inmaculada.


La talla marmórea de la Inmaculada es atribuida a Esteban Frugoni, escultor que trabajó para Andreoli en diversos encargos. Responde a su iconografía clásica: rostro juvenil, manto amplio, movido y recogido a la derecha, y manos casi unidas a la altura del pecho, hacia ese lado.



Su cabeza coronada se inclina ligeramente hacia la izquierda. La imagen generó desde el primer momento mucha devoción popular, convertida en santuario mariano. El obispo José de Barcia y Zambrana donó para que se colocaran en su pecho estas once reliquias:

  • 1.     Un pedazo del lignum crucis.
  • 2.     Una reliquia de San Pedro de Alcántara.
  • 3.     Otra de Santa Teresa de Jesús.
  • 4.     Otra de San Florentin Mártir. -
  • 5.     Otra de Santo Domingo.
  • 6.     Otra de San Bernardo.
  • 7.     Otra de San Isidro Labrador.
  • 8.     Otras del Monte Santo de Granada.
  • 9.     Otras de los Santos de Arjona.
  • 10.  Un pedazo de corporales de Inocencio X
  • 11.  Una medalla


El 27 de agosto de 1696, el cabildo municipal aceptó el patronato sobre “el Santuario de Nuestra Señora del Triunfo”, denominación que englobó no solo el triunfo de la Inmaculada sino el espacio circundante. En un primer momento el monumento estaba protegido por una reja de hierro.

En diciembre de 1698, fue sustituida por una reja de mármol encargada a Génova, que costó 957 pesos (el doble que la columna), que rodeaba la misma con un cuadrado de 8 varas de lado, y estaba formada por balaustres de mármol blanco en los ángulos y la mitad de los laterales tenía pilastras labradas con follaje y relieves diversos. Iluminaban el conjunto diez faroles. Su interior estaba enlosado en mármol ajedrezado (blanco y negro). 

Adolfo de Castro, en su “Manual del Viajero en Cádiz”, afirmó en 1859 que «toda esta parte [la reja] ha sido destruida poco a poco por el vandalismo popular y el descuido de las autoridades, hasta que tuvieron que ser quitados los maltratados restos».

 


La ubicación de estos triunfos en zonas urbanas privilegiadas, remarcaba el carácter católico de Cádiz, una urbe cosmopolita con muchos pobladores extranjeros, a la vez que la diferenciaba artísticamente de las ciudades de su entorno y dignificaba sus espacios públicos.


El paseo de Vendaval además acogió, desde 1727-1728, una Vía Sacra entre Capuchinos y la Catedral: 14 cruces marmóreas traídas de Génova por impulso del cabildo secular. Durante la misma centuria, fueron sufriendo los embates del clima, tras lo que fue necesario reubicarlas y, a finales de siglo, terminaron por desaparecer.

El Triunfo fue derribado por orden del cabildo municipal el 2 de abril de 1873, pasando a ser de propiedad municipal. La imagen, su pedestal y capitel se ubicaron durante un tiempo en el atrio del desamortizado Convento de Capuchinos y alguna vez en el presbiterio de la iglesia conventual.


El 6 de agosto de 1969, el cabildo municipal, a propuesta del teniente de alcalde Cayetano Súnico Herrera, aprobó su levantamiento en su ubicación actual, comenzando el 11 de diciembre de 1970. Previamente, se procedió a la limpieza de la imagen y a reponerle las manos realizadas en marmolina.

En la actualidad, protege el monumento una sobria cadena de hierro, sustentada sobre cuatro bloques troncocónicos realizados en piedra artificial, y el pedestal se eleva sobre un bloque aplacado en mármol gris, en sustitución de las antiguas gradas.

DOCUMENTACIÓN:

CASTRO, ADOLFO; Manual del viajero en Cádiz. Imprenta de la Revista Médica, Cádiz, 1859, p. 61-63.

MAURA ALARCÓN, CARLOS; DE LA CRUZ SASTRE, ANTONIO: El triunfo de la Inmaculada Concepción de Andrea Andreoli para Cádiz Documentos para la reconstrucción simbólica de un hito urbano. UcoArte. Revista de Teoría e Historia del Arte, vol. 10, 2021, pp. 120-137 Universidad de Córdoba. Recuperada de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=677971421010

https://escuelagenovesa.wordpress.com/2010/12/08/triunfo-de-la-inmaculada/

2025.11.30         11:09

Copyright Manuel Holgado García, 2025.12.12

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