ESCULTURA DE FERNANDO
QUIÑONES, CÁDIZ
¡Ahí
está! la escultura de Fernando Quiñones es una de esas estatuas que se han
bajado del pedestal, promoviendo la cercanía e identificación popular con el
personaje. El escritor a pesar de su éxito
siempre mantuvo una actitud humilde y accesible, con los escritores noveles, ayudándoles,
impartiendo charlas, talleres de escritura o simplemente charlando con ellos.
Recuerdo mi encuentro con él
a inicios de 1984, en la
calle de San Francisco de Cádiz, acababa de comprar un ejemplar de su libro “La
canción del Pirata” (finalista del LI Premio Planeta) de reciente publicación, le
pedí que me lo firmara y antes de firmar la dedicatoria, buscó un par de
páginas y corrigió con su bolígrafo, un par de erratas de imprenta. Persona
cercana y comprometida con la literatura popular y la identidad andaluza.
Los textos de esta entrada, son en su mayor parte
la compilación de post que he publicado en la red X, con el hashtag #DiariadeCádiz
entre el 1 y el 7/10/2025.
#DiariadeCádiz
La escultura en homenaje a Fernando Quiñones Chozas está situada en la Puerta de la Caleta, frente al baluarte del
Orejón. Su ubicación, frente al
mar de Cádiz y a esa playa que tanto amaba, es todo un símbolo, justo a la entrada del paseo que lleva su nombre.
La estatua está realizada en bronce;
fue erigida a instancias del Ayuntamiento de Cádiz en 2004 y es obra de Luis Quintero, autor de
tres obras más de estatuaria pública en la ciudad. En esta ocasión, representa
al escritor con un estilo realista y casi costumbrista.
Luis Quintero Brea
(Cádiz, 22.05.1963 - Chiclana,
12.10.2017), realizó con el monumento a Quiñones su
primera obra de estatuaria pública en Cádiz. Fue un artista autodidacta
y multidisciplinar; su obra
abarcó los campos de la escultura, la fotografía, la pintura, la joyería y el
collage.
En
el ámbito de la escultura, Luis trabajó con diversos materiales, como
el bronce o el acero. Sus obras muestran matices de diferentes estilos
que van desde el realismo y el costumbrismo hasta el expresionismo, en algunos
casos con cierta dosis de abstracción, como ocurre en el Pájaro Jaula (monumento
a la Constitución de 1978).
El homenajeado en este monumento, Fernando
Quiñones Chozas (Chiclana de la
Frontera, 1930 - Cádiz, 1998), fue
un escritor cuya obra abarcó
diversos géneros: poesía, novela,
cuento, teatro, ensayo, artículos periodísticos, prólogos, siendo además
un experto flamencólogo.
Además, fue un activista cívico
y cultural, dirigió y potenció el festival de artes Alcances, entre 1968 y 1978. Fue premiado en
innumerables certámenes y convocatorias, además de ser Hijo Adoptivo de Cádiz, Predilecto
de la Provincia y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, en 1997.
La escultura representa a
Fernando Quiñones de pie y de cuerpo entero, y está situada a ras de suelo, pues carece de pedestal, en un intento de clara cercanía con el
entorno circundante y con el visitante que va a entrar por la Puerta de la
Caleta al paseo que se le ha dedicado al autor. Realizada en
tamaño natural, en un solo bloque, mide 182 cm de alta (con una estrecha
peana), por 55 cm de ancho y 58 cm de fondo.
El escritor es representado, ya
en su madurez, descalzo, con pantalón amplio, que cubre sus tobillos y guayabera de mangas largas,
desabrochada al cuello, dejando ver la parte del torso cercana al cuello. La figura carece de esbeltez,
mostrando formas anchas y el prominente vientre propio de la edad.
El poeta tiene los brazos a la espalda.
Su mano izquierda sujeta por el
interior el antebrazo derecho, separando este levemente de la espalda, separación que ya es total en la mano, generando la única línea
abierta en el contorno cerrado de la figura.
La pierna derecha se representa rígida,
mientras la izquierda, con un suave contrapposto,
transmite una sensación de relax.
El pie izquierdo gira 45º a ese
lado, mientras la cintura y el pecho se representan frontalmente.
Su cabeza gira levemente a la derecha y mira al
frente. La orientación de la
figura y la quietud que la misma transmite me lleva a pensar que esta contempla el paisaje único de la Caleta gaditana, pero
también es como si con esa mirada fija y analítica observase y escudriñase la
vida de las gentes de Cádiz, que tantas veces narró en sus obras. La amplia calva, el escaso y recortado cabello en los
laterales y la nuca, y la barba
muy recortada, las anchas cejas
y los ojos profundos, marcan un
rostro arrugado y sereno, con pronunciados claroscuros.
En el bolsillo de la guayabera, lleva el poeta sus gafas y un bolígrafo, útiles
de su profesión. Esta representación de Fernando Quiñones contó por su verismo
y naturalidad con la aceptación total por parte de su familia.
Las telas de la figura, presentan
un drapeado de amplios pliegues curvos. La textura de la obra, es rugosa y el
canon en algunas de sus partes (pies, manos) puede parecer incorrecto, sin
embargo, ambos (textura y canon), aumentan los matices expresionistas de la misma.
A los pies, hay una leyenda identificativa de la obra que forma parte
del propio bloque, con versales en relieve, que indica el nombre del autor, su
profesión en minúsculas, y las fechas de su cronología, sin más elementos
conmemorativos.
Esta escultura refleja, entre otras cosas, a un Fernando Quiñones heterodoxo,
inconformista, fuertemente identificado con su entorno, su implicación como
activista cultural y que transmite y trasciende en su creación literaria.
DOCUMENTACIÓN:
https://www.cemabasa.com/es/ruta-monumental/escultura-de-fernando-quinones
2021.05.02 18:39
https://www.diariodecadiz.es/ocio/cuarto-siglo-Fernando-Quinones_0_1848717332.html
2025.10.07 20:00
Copyright Manuel Holgado García, 2025.10.31
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